El TPM (Mantenimiento Productivo Total) se destaca como una metodología de gestión esencial para optimizar la disponibilidad y eficiencia de equipos de producción. Esta estrategia integral se centra en el mantenimiento preventivo, la mejora continua y la participación activa del personal. El objetivo primordial del TPM es potenciar la productividad, elevar los estándares de calidad y fortalecer la seguridad operativa. Además, el enfoque proactivo del TPM tiene la capacidad de reducir significativamente los costos y minimizar los tiempos de inactividad.